¿Alguna vez has sentido que tu pareja lo es todo para ti?, ¿has tenido la sensación de que vives por y para ella?, ¿has llegado a experimentar que tu existencia no tiene sentido si ella?
No todo lo que reluce con pasión es amor, en muchas ocasiones se trata de una necesidad de afecto, de una adicción a la pareja, conocida como “dependencia emocional”.
La dependencia emocional es la necesidad extrema de carácter afectivo que una persona siente hacia su pareja (Castelló, 2000). Como una adicción nos engancha, nos absorbe y nos encadena a aquello que nos destruye, nos impide ser libres, no pudiendo vivir nuestra propia vida sin nuestra pareja , dejando de lado nuestros deseos, amigos, familia, planes…ya que es responsable de tu felicidad e incluso de tu propia vida.
La excesiva confianza emocional hacia otra persona, la falta de confianza en sí mismo, la falta de autonomía y una pobre autoestima, están relacionados con la aparición este fenómeno, derivando en ansiedad de separación, el miedo a la soledad y depresión.
La persona dependiente, necesita controlar a su pareja en todo momento con medidas como saber qué hace, donde está, con quién, etc. Debido a su falta de seguridad y autoestima, piensa que su pareja puede encontrar a alguien mejor y lo dejará, creando de este modo una falta de confianza en la relación, entrando en un círculo vicioso de rupturas y reconciliaciones que convierten la relación en una relación tóxica para ambos miembros de la pareja.
Es importante saber que la dependencia emocional tiene solución. El primer paso es aceptar que tenemos ese problema. Es fundamental buscar ayuda profesional para aumentar nuestra autoestima, aprender a estar solos y poder disfrutar de ello, abandonar nuestras creencias de necesidad de aprobación y temor al rechazo hará que podamos ser más libres y por tanto, más felices.
Quizás el primer paso está en valorarse a uno mismo más allá de la ser o no querido por la otra persona. Y esto implica el cuidado personal, el construirse y desarrollarse no sólo dentro de una relación.
Se puede amar sin dejar de ser.