Hace unos días entrevistamos a Ángeles Sanz, profesora del Curso de Experto Clínico en Terapia de Pareja, para que nos resolviera alguna de las dudas que a nuestros alumnos les puedan surgir.

Aquí os dejamos la entrevista:

¿Cómo definirías tu modelo de intervención y por qué te parece útil?

Mi modelo de intervención con parejas se enmarca dentro del enfoque cognitivo emocional. A lo largo de mi experiencia clínica he ido añadiendo conceptos y estrategias de otros enfoques centrados en el manejo y trabajo de las emociones y su relación con los aspectos cognitivos del funcionamiento afectivo.

Creo que mi enfoque abre una serie de posibilidades a los integrantes de la pareja, para tomar consciencia de su papel en las problemáticas de la convivencia, además de aprender estrategias para mantener los vínculos afectivos fuertes para hacer frente a los problemas que surgen en la convivencia.

Es un planteamiento de trabajo activo en el que la importancia del cambio en los comportamientos personales y el aprendizaje de nuevas estrategias de resolución de problemas, permite a la pareja avanzar e ir evolucionando en su bienestar emocional. Este hecho lleva consigo un cambio en la motivación mutua muy importante.

¿Cuál crees que es el mayor desafío en terapia de pareja?

El mayor desafío en la Terapia de Pareja creo que está en la clarificación de los conceptos y la aceptación de lo que realmente supone una convivencia estable en pareja. Los cambios sociales han influido profundamente en las expectativas y creencias de lo que supone la convivencia en pareja. Adecuarse a esta realidad requiere un esfuerzo personal que no siempre está en la base de la motivación en las personas que buscan ayuda.

Además, la estabilidad emocional personal de sus dos miembros cada vez va ocupando un papel más importante en el planteamiento de las diferentes estrategias del trabajo clínico.

También destacaría la importancia del rol del Psicólogo que trabaja en esta área. La necesidad de aceptar y trabajar la motivación en las dos personas a lo largo de todo el proceso terapéutico le exige el manejo de unas habilidades clínicas específicas.

¿Cuál dirías tú que es una de las características de las parejas sanas?

Creo que las características de una pareja sana giran en torno a una aceptación afectiva del otro muy importante, además de tener clara la ganancia, los beneficios, las gratificaciones que supone mantener la relación, teniendo en cuenta los costes y el desgaste que conlleva.

En definitiva, tener clara la parte positiva, las ganancias personales, el “me compensa” vivir con el otro y la relación que mantenemos.

 A día de hoy se habla mucho de parejas tóxicas, ¿cuál dirías tú que es una de las características que hace sean tan dañinas?

Principalmente, creo que existen dos focos que facilitan el establecimiento de relaciones de pareja tóxicas. Un primer foco gira en torno a la inestabilidad personal o a la existencia de problemas emocionales de alguno de sus miembros. Si uno de los miembros de la pareja aporta tensión personal, aspectos negativos en sus manifestaciones afectivas, condiciona y dificulta la aparición de un funcionamiento estable y positivo. Muchas veces su problemática personal es la que plantea una gran tensión en la convivencia y por lo tanto, consume la mayor energía en el funcionamiento cotidiano.

El segundo foco gira en torno a los patrones de interacción que muchas parejas establecen en el manejo de su afecto, que tienen un marcado carácter negativo y que claramente bloquen la aparición de otras interacciones más sanas y positivas. Estas interacciones tan negativas, tan de coerción llevan a las parejas a un desgaste y una incapacidad de resolución de sus problemas que, al final, aumenta una sensación de frustración, de fracaso muy grande.

Si pudieras dar un consejo a los psicólogos que se dedican a este campo, ¿cuál sería?

A los psicólogos les sugeriría llevar a cabo un trabajo personal para poder aceptar las realidades emocionales de las parejas sin ningún tipo de interferencia personal. Tener una gran capacidad de aceptación y entendimiento de las mecánicas de interacción de las diferentes parejas sin la intromisión de planteamientos, creencias o expectativas personales.

Una gran capacidad de objetivar sin realizar ninguna evaluación que no sea técnica y así poder mantener una posición equilibrada frente a los dos miembros de la pareja.

Mucho tacto y cuidado en la emisión de juicios. El impacto del terapeuta en la pareja es mucho mayor del que muchas veces se tiene en cuenta.

Eres una de las profesoras del Curso de Experto Clínico en Terapia de Pareja, ¿podrías decirnos algo de lo que los participantes aprenderán en tu clase?

Creo que van a aprender desde un enfoque muy práctico a cómo hacer frente a las diferentes tareas del proceso terapéutico con parejas. A hacer frente a las dificultades más frecuentes en nuestro trabajo y sobre todo van a poder conocer técnicas para el manejo de los conflictos que forman parte de unas herramientas cuya eficacia ha sido constatada por muchos trabajos científicos.

¿Quieres conocer todos los cursos que ofrecemos en el Instituto de la Pareja? Entra en el apartado de Formación e infórmate!