Muchas son las enfermedades que a día de hoy afectan a la población y sin duda una de ellas es el Cáncer. Si bien, es cierto, los tratamientos y terapias oncológicas han ido evolucionando e incrementando las tasas de supervivencia en esta enfermedad. Por lo que la actual y verdadera lucha se encuentra en preservar la calidad de vida de la persona. Encontrando que la sexualidad es un área más a abordar y tener en cuenta cuando se habla de calidad de vida.
¿Es importante la sexualidad e intimidad en pareja cuándo se encuentra uno frente a esta enfermedad?
Al igual que muchas otras áreas de la vida, la pareja y la sexualidad también se ven afectadas ante una enfermedad. Algunos de los efectos secundarios que pueden desencadenar los distintos tratamientos oncológicos son: alteraciones en la imagen corporal, dificultades sexuales, miedo a los aparatos o instrumentos hospitalarios, malestar físico, dolor, ansiedad y depresión, entre otros. Los resultados de estos procedimientos varían dependiendo de la clase de fármacos e intervenciones realizadas, del tipo de cáncer, de la evolución de la enfermedad y de las características individuales de la persona.
Muchos de los efectos secundarios producidos por los tratamientos oncológicos ya sean psicológicos o físicos tienen su repercusión en la sexualidad y la pareja. En concreto numerosos estudios explican que la fase de la respuesta sexual más afectada en esta enfermedad es la fase de deseo.
¿Qué hacer cuando se tiene bajo de deseo sexual durante la enfermedad?
Cuida la pareja: en los momentos difíciles de la enfermedad es importante sentir el apoyo de la pareja, por lo que es importante pasar tiempo juntos, y realizar actividades que os resulten agradables, puede que tu energía no sea la de antes pero no se trata de realizar esfuerzos sino de pequeñas y tranquilas actividades de las que disfrutar en pareja. El pasar por un proceso oncológico es una situación complicada y estresante para ambos, expresar como os sentís, vuestros miedos y necesidades. Siempre es importante una buena comunicación pero en estos casos todavía más. Pregunta sin miedo a tu pareja sobre sus preocupaciones y miedos, exponle los tuyos e intentar comprenderos mutuamente. Sin información no puede haber comprensión.
Cuida de tu imagen: Tras un proceso oncológico puede que tu imagen no sea la de antes o te sientas incómodo con tu aspecto actual. Si ese es tu caso, haz cosas por verte mejor, pequeños cambios que te ayuden a gustarte más ya sea ponerte una peluca, un pañuelo, un sombrero bonito o tu gorra preferida. Puedes maquillarte, escoger la ropa que más te guste. Estos son algunos ejemplos, lo importante es que pienses en lo que te haría sentir más cómodo/a y lo lleves a cabo.
Cuida la intimidad: La sexualidad es mucho más que la relación sexual en sí. No desear una relación sexual no implica no tener deseo ya que quizás tu deseo se encuentre en recibir una caricia, un beso o un abrazo.
Relaciones sexuales: Es cierto que tu cuerpo ha cambiado y hay situaciones o precauciones que se deben tomar pero no por ello se deben dejar de lado las relaciones sexuales si es lo que se desea.
Si no deseas exponer tu cuerpo de manera directa puedes reducir la iluminación de la habitación colocando velas o alguna tela de colores encima de la lámpara para que se quede un ambiente más tenue. Además en el caso de la mujer puede usar sujetador, camisón o algún tipo de lencería con la que te sientas cómoda (no te oprima) y más segura. Por otro lado si tienes la bolsa de la ostomía puedes optar por posiciones en las que no se haga tan visible, siempre y cuando estés cómodo/a. Por otro lado si hay sequedad vaginal hay una gran cantidad de productos hidratantes y lubricantes que podéis probar para facilitar la penetración.
Informaros de que posturas podéis llevar a cabo o son las más recomendables para vuestra situación en concreto, ser creativos y buscar alternativas y recordar que la penetración no es la única forma de sexo.